12 abr 2011

La globalización: ¿un invento nuevo?

El instituto donde cursé el bachillerato tiene muchas cosas buenas. Una es la tradición de invitar, con motivo de los premios a las mejores notas en Latín y Griego de la promoción anterior, a un estudioso del mundo clásico a dar una conferencia a los alumnos del instituto. Los dos últimos años he acudido a la conferencia como escuchante; hoy he tenido la suerte y el orgullo de acudir como una de las premiadas. Otra gran suerte ha sido escuchar las palabras que el conferenciante de este año, el profesor Bernardo Souvirón, nos ha dirigido hoy. El último sueño de Roma: la globalización, ha sido el tema elegido por el autor de Hijos de Homero (libro que, si no habéis leído, os recomiendo encarecidamente) para su intervención. Sobra decir que me ha encantado, y que el profesor en persona es aún mejor en Radio Nacional. La conferencia ha sido un recorrido por los experimentos globalizadores (o intentos de universalizar) de diferentes momentos de la Antigüedad. Ha sido genial la reflexión sobre el sueño globalizador de Roma que nos ha planteado. En el siglo I, no solo los nacidos en Roma podían decirse romanos; también los nacidos en Emerita Augusta o Siria. (evidentemente, esto hay que mirarlo en su contexto: esto no se aplicaba a los esclavos. Solo los hombres libres podían ser considerados romanos. Aún así, sigue siendo un gran paso plantearse aunar a todos los hombres bajo un mismo derecho y una misma administración, ). Pero no solo era eso, es que Roma se preocupaba por cuidar ese sueño de globalización, por permitir, en la unidad, la diversidad. En los lugares que fueron, tiempo ha, parte del imperio, quedan restos de la administración que Roma se preocupaba de establecer en las provincias: acueductos, teatros, termas, carreteras (en este punto no he podido evitar acordarme de esto). Sin embargo, y aquí viene lo que más me ha gustado, ¿qué queda en Vietnam o Irak de los imperio que han pretendido que llevaban la democracia a dichos lugares? Nada. El sueño globalizador de los imperios francés e inglés y de los Estados Unidos es muy diferente al que pretendió Roma, aunque éste fracasara. También han sido interesantes las consideraciones sobre el particular concepto de democracia que tenían los atenienses ,basadas en un texto de Tucídides, y una observación, también sacada de Tucídides, que ha hecho el profesor Souvirón: la guerra es una feroz maestra; ha sido la maestra de Occidente desde antes de la época de Homero. Sin embargo, esto no significa que la paz sea un sueño. En fin, no se me ocurre una forma mejor de demostrar que no hemos cambiado tanto en dos mil años y de enlazar el mundo antiguo con el actual.

3 comentarios:

  1. niña, qué nerdy suenas cuando me hablas de latín y griego :P

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  2. Jaja, pues mis profesores ni te lo imaginas :P... Es lo que pasa con lo que le apasiona a uno.

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  3. ¡Bernardo Souvirón! La envidia me corroe... ;) ¡Enhorabuena!

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